Ley del Espejo: la pareja como herramienta para el crecimiento personal

Ley del Espejo: la pareja como herramienta para el crecimiento personal

Hace 4.000 años que la Kabbalah enseña que las relaciones son la herramienta más poderosa y efectiva que tenemos para que nuestra alma evolucione.

La mayor cantidad de información que comparto contigo en este Blog y en las redes sociales está centrada en que conozcas mejor al otro. Y si bien, es necesario que lo hagas, no debemos olvidar que las relaciones empiezan por uno mismo.

Cualquier intento por entender al otro, no va a ser suficiente si primero no nos entendemos a nosotros mismos.

La Ley del Espejo

En las últimas décadas, los psicólogos han conseguido estar de acuerdo con los kabbalistas sobre este punto. Le llaman la Ley del Espejo. Y aunque esta ley aplica más notablemente en las relaciones de pareja, es válida para cualquier relacionamiento humano: hijos, padres, amigos, compañeros de trabajo, desconocidos…

La Ley del Espejo dice que “lo que vemos en los demás es solo un reflejo de lo que somos” (Enric Corberá) y que solo a través del otro, es decir, de las relaciones, es que tenemos la oportunidad de conocer “nuestras programaciones inconscientes y nuestras creencias limitantes”.

Seguro que ya escuchaste por ahí la versión simplista: “si algo te molesta de los demás es que está dentro en ti”.

No es tan sencillo.

El otro siempre nos refleja algo que está en nuestro interior, eso es incuestionable. Lo complejo es ver exactamente qué nos está reflejando.

Existen personas extraordinarias, luminosas, con las que nos gusta estar. “Personas vitaminas” que nos hacen sentir que el mundo es un lugar amable y hermoso. Estas personas reflejan nuestra Luz, las características positivas que tenemos dentro, incluso aquellas que aún no sabemos que poseemos. Y esa es la razón por la cual resultan tan especiales para nosotros.

Pero también hay personas que reflejan nuestras sombras. Y por increíble que parezca, esta es la parte de la ley que realmente nos ayuda a evolucionar.

¿Cómo la utilizo a mi favor?

Cambiando el foco de tu atención. Desviándolo de lo que te molesta (o juzgas) en la otra persona (que es lo que solemos hacer) para hacerte las siguientes preguntas: ¿por qué me disgusta esto de esa persona? ¿Qué mueve en lo profundo de mi interior?

Lo que el psicólogo y bioneurodecodificador Enric Corberá propone (así como los kabbalistas) es que comiences a “observar tus conflictos interpersonales, sin necesidad de justificar lo que haces o defenderte” y te hagas las preguntas adecuadas. Porque solo a través del espejo del otro puedo hurgar en mis carencias más profundas.

Para que este ejercicio funcione hay que tener paciencia (no siempre llegan las respuestas en el momento), constancia (se entrena como un músculo) y valentía para aceptar verdades incómodas de nosotros mismos e integrarlas.

La pareja, nuestro mayor maestro

No es casual que te hayas encontrado con tu pareja actual. Esa persona tiene un rol en tu vida, a veces es a través del dolor y otras no tanto. Pero toda persona que llega a nuestra vida, especialmente la pareja, viene a cumplir un propósito claro: ayudar en la corrección de nuestra alma.

Conociendo la Ley del Espejo, es más fácil ver en cada crisis de pareja y en cada desafío, una oportunidad única para corregir algo en nosotros mismos, y al mismo tiempo subir un escalón en la profundidad de la relación.

Enric Corberá lo dice más bonito: “atraemos a personas afines a nuestras historias de vida y, aunque a veces no son como esperamos, esto no es una condena, sino una oportunidad para trascender esa información. Siempre tenemos la posibilidad de elegir de nuevo con qué conciencia queremos verlas”.

Ese es el quid de la cuestión: ¿con qué conciencia enfrentas los desafíos y las crisis en tu vida?